[Afiliacion Elite] ::NUEVO FORO:: Corrupte Waltz +18

Historia Del Foro

Hace tiempo existía la época en los que los dragones volaban por los alrededores como criaturas libres. Solo uno de ellos no pensaba igual de pacífico que el resto. Belgroth, el dragón Oscuro, obtuvo su propia personalidad diferente al resto. Los demás pensaban en mantener paz, guerras para así haber un equilibrio en la tierra, pero Belgroth pensaba en que no era suficiente, que la humanidad se burlaba del poder verdadero de los dragones y que por ello los usaban como marionetas. Solo que el resto de los dragones, no pensaban así.

El dragón oscuro había conseguido obtener adeptos que siguieran su ambición de demostrar a la humanidad el verdadero poder de un dragón. Humanos, criaturas salvajes e incluso magos y brujos que se beneficiarían del poder de la oscuridad que Belgroth les ofrecería a cambio. Entonces, para vencer el mal que cada vez se iba haciendo más poderoso, la raza humana pensó en una manera de poder enfrentarse a las fuerzas del mal. Se dividieron en tres categorías que para entonces se llamaron las Ordenes Sagradas, siendo aquellas:


La orden Rubí, que rigen por el honor, la bondad y la justicia, la orden Zafiro, por la paz, la armonía y el poder de la sabiduría y finalmente la orden Dorada, de la cual se regía la humildad y la valentía por obtener poder y autoridad. Al igual que Belgroth obtuvo adeptos, los humanos obtuvieron la ayuda y la bendición de los dragones que regían para entonces y cuidaban de las fuerzas del mal a los siete reinos del planeta Gaia.

Y entonces, no mucho después de que Belgroth enviara una nevada de gritos sedientos de sed de guerra, envueltos en brillantes armaduras de escamas de dragón del mismo Belgroth, la guerra no había hecho más que empezar. Una guerra que duro por lo menos varios años, con heridos, sobrevivientes, pero en el principal reino de Gaia, existía un valeroso guerrero, Gregorvey Voneuël, que había osado evadir el miedo envalentonándose aceptando la misión de ofrecerse a sí mismo y así poder derrotar al poderoso Belgroth con su habilidosa daga, pero siempre, todo sacrificio tenía su precio, Belgroth nunca rechazaba un alma para satisfacer su orgullo de ser el dragón más poderoso del universo.

Entonces, con varios valerosos caballeros que acompañaron a Gregorvey hasta las cavernas de fuego en donde se encontraba el dragón, se adentraron bien adentro buscando con las antorchas encendidas sobre sus cabezas, pero solamente encontraron oscuridad, sin rastro del dragón. Los caballeros que acompañaron a Gregorvey suspiraban en el pozo del miedo, pero el mismo guerrero Gregorvey les envalentonaba con palabras de esperanza y victoria.

-No temed, pues la victoria está cerca, pensad en donde querréis estar en cuanto derrotemos al dragón...-Aquellas fueron las últimas palabras que desafiaron al silencio de esa cueva, se envalentonaron para andar hasta que finalmente dieron con una sala que se extendía en una gigantesca plaza de arena volcánica, oscura como los deseos del oscuro dragón. Bien, estaban listos, ahora parecía que nadie iba a dejar a solas al valeroso guerrero humilde que se ofreció para dar su vida a cambio de terminar la guerra y así poder salvar el mundo de Gaia.

Su cuerpo no vaciló. Su mirada no parpadeo de miedo y sus manos empuñaban la daga de la verdad en la que había repartido sablazos durante muchos años. Y sin más dilación, unos ojos oscuros y brillantes color ámbar aparecieron frente al grupo de caballeros que se iban a enfrentar, pero no pudieron llegar a servir al reino como ellos al final, habían decidido hacer. Comenzaron a pelearse unos contra otros, los demonios del dragón contra los caballeros, pero el guerrero de brillante armadura y quien empuñaba la daga que siempre le había ayudado a combatir el mal, comenzó una batalla con el dragón, con su escudo se protegía de los feroces llamas que lo amenazaban para retirarse, pero él seguía insistiendo en seguir combatiendo contra el dragón malvado, pero en un momento en el que ambos, tanto el dragón como el guerrero estaban jadeando de lo exhaustos que estaban al haber combatido tanto.

Gregorvey miro alrededor por si algún caballero de los que lo habían acompañado habría sobrevivido, pero no, ninguno había salido con vida de los demonios que también yacían muertos a su alrededor. No era posible ¿Derrotados? ¡Jamás!

Ahora que el dragón estaba en baja guardia, Gregorvey aprovecho para indagar su daga en lo más profundo del corazón del dragón maldito y que por fin, con esta estocada sorpresa lo derrotaría. El dragón enfurecido por haberse tomado n descanso debido a que su soberbia y orgullo no le dejaron ver con claridad, y por ello se tomo un descanso, debido a que al ser tan poderoso, pensó en que no pasaría nada por descansar, pero hizo mal en hacer aquello, noto como la daga del guerrero más famoso de Gaia le incrustaba hasta el fondo su poderosa daga, Belgroth grito de agonía y dolor, se retorcía en el suelo y en el aire, pero Gregorvey no le soltaba en ningún momento, con el dragón se fue retorciéndose el también de dolor al notar la furiosa garra en su cuerpo-AAGH!-Grito, pero no más fuerte que el dragón, pero igual de intensidad y ambos desaparecieron en las profundidades de las grietas que se formaron en el suelo de la batalla final contra el dragón.

“-Arokh....recuerda...estaré...siempre contigo....” –Fueron las últimas palabras que su padre le dijo a su hijo de 10 años antes de partir a luchar contra el dragón. Como si hubiera sido una pesadilla, El joven ahora de 18 años recordó esas palabras de alguna parte, sospechaba que pudieran ser de su padre, pero él jamás lo había conocido. Mirando al techo de su habitación mientras estaba tumbado en la cama, recapacitaba de nuevo el sueño que había tenido. Había sido extraño. Había soñado con su compañera Anna de clase, pero también habían estado su peor enemigo, Marco quien siempre encontraba la oportunidad de burlarse de él en cuanto tenia ocasión, Silvia, la mejor amiga de Anna y varias personas más, pero eran extraños los ropajes que habían visto en el sueño; Ropas de oro y de terciopelo cubrían los cuerpos femeninos de Silvia, Anna y una chica a la que no conocía pero que le sonaba su rostro de alguna parte, en cambio él y Marco con su soberbia cara, vestían armaduras con emblemas diferentes.

Demasiado extraño le resultaba aquello.....


-¡Arokh!-El grito delicado de Anna desde el piso de abajo lo despertó de su trance, haciéndole volver a la realidad del S XIX. El péndulo del reloj se movía de lado a lado, lentamente con movimientos hipnóticos y en donde vio reflejado la hora. ¡Era tarde! Llegarían tarde a la escuela que por suerte habían conseguido entrar al menos con una beca.

-Arg...-Arokh se levanto con algo de esfuerzo, enseguida se tapo con la sabana al ver a Anna entrar tan de repente.
-Arokh...-Anna con las manos en jarras sobre las caderas le miraba con su atuendo escarlata y color crema-... ¡VISTETE!-Le lanzo la ropa limpia a la cara antes de irse riendo escaleras abajo.

Actualmente, en el S.XIX se desarrollan acontecimientos que dejan a una persona limitada. Todos parecen tener un pasado en común del que ahora ninguno recuerda. Anna, Arokh, Silvia y otros conviven juntos en el mismo siglo, en la misma era, pero algo de lo que desconocen está a punto de resurgir de nuevo....y tendrán que unir sus fuerzas para luchar contra la oscura amenaza que se avecina.